Hace unas horas llegue del paraíso. Allá me sentaba abajo de los árboles a leer, escuchaba música, sentía el olor de los pinos, y me levantaba con el sonido de los pájaros. Iba a comer afuera, a pasear con mi mamá por los centros y me compraba ropa, compartía más tiempo con mi familia y me sentaba en la playa mirando al mar para pensar. Estudiaba los paisajes cuando el sol pasaba por los pinos y caminaba disfrutando el aire. ¿Pensar que con tan pocas cosas alguien puede ser tan feliz? Y sin embargo nadie las disfruta. Yo sí, por supuesto. Llegue acá y claro, fue mi fin, ya tuve una peleita re linda, me vicie con la compu. Chaaau tranquilidad, chau al paraíso. Volí al infierno, a mi infierno.
PD: Si ves que no tenes tiempo para nada, o que necesitas un descanso y no tenés tiempo, acostate en el pasto de tu casa cinco minutos mirando el cielo, y tenés el reloj del tiempo en tus manos. Disfrutá de esas pequeñas cosas que son perfectas.
12 jul 2009
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