La soledad me transporta por infinidad de caminos nuevos, yo voy sintiendo como los cambios entran y salen de mí... y en esta transición empiezo a comprenderlo todo y a convencerme de que todo tiene un motivo y un final. La soledad me atormenta, me consuela, me cobija, me doblega, me fortalece, me destruye, me alimenta, me contamina. Estoy pensando en evadirla o matarla, en llenarla de ruidos y multitudes. Y en esta exhaustiva tarea, ella me mira y se aferra con más fuerza recordándome que mi búsqueda no ha terminado, que el amor traspasa esos límites y es la única puerta que aún no he cruzado.
23 sept 2009
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