20 oct 2009

Sé perfectamente cómo soy, losé. Siempre, pero siempre ahí algún motivo dispuesta a arruinarme la sonrisa. Y es entonces qué me dejo caer... Son esos momentos dónde el dolor congela todo sentimiento aparte, estos momentos en los cuales no pisoteo más mi autoestima porque no tengo tiempo. Vengo bien, vengo demasiado bien, vengo perfecta.. y no, tengo que caer de golpe y darme bien duro la cabeza contra el suelo y llorar todo lo que no vengo llorando hace meses. Tengo que trabajar mucho en mí, demasiado. Creo que puedo.

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